Sunday, December 30, 2007

De nuevo el vídeo de los simpsons

Ya que en youtube ya censuran demasiado lo he publicado en otro lado. a ver cuanto dura así es que recomiendo que lo bajen si les gusta. me sirvio de inspiración jaja si tengo un bebe le tomare una foto cada semana para que vaya viendo sus cambios.

Monday, December 24, 2007

La nueva bandera de USA

Aquí tenemos lo que es el nuevo estandarte de los Estados Unidos de América el país del materialismo y la violencia desenfrenada.

21st_century_Iwo_Jima

Tuesday, December 18, 2007

El puente mas cool

Se encuentra en el centro de Mur river en Graz, Austria. fue creado por el artista Vito Acconci y es un bar café.

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Monday, December 17, 2007

Parodia de Noah en los simpsons una foto por dia de vida



Aqui el video original, he decidido empezar yo también a tomarme una foto cada dia o cada que pueda para ver como me hago viejo :) es impresionante

Monday, December 03, 2007

El sexo en Japón

Es muy bien sabido que los japoneses les encanta el sexo y son muy fetichistas al igual que están muy lejos de todas los demas paises. Son la población mas avanzada del mundo en todo aspecto. Y aqui me encontré en la red algo sobre su vida sexual.

Bueno aqui la informacion:

La industria del sexo en Japón es una de las más activas y mueve muchísimo dinero, sin que haya avisos de que esta situación vaya a cambiar, ya que cada año crece más y más. En el año 2001, por ejemplo, el negocio del sexo supuso unos ingresos de 2,37 billones de yenes, mientras que una década antes los ingresos estaban sólo en 1,7 billones. Una subida considerable si tenemos en cuenta la magnitud de las cifras que barajamos.

Pero el sexo sigue siendo un gran negocio en Japón, y es que más de un 10 por ciento de los hombres japoneses utilizan servicios de índole sexual, cifra que crece hasta el 20 por ciento si hablamos de los jóvenes, según un estudio del propio gobierno japonés. En los Estados Unidos y en Europa estas cifras se sitúan en torno al 1 o 2 por ciento de la población. De hecho, según estudios hechos por grupos antiprostitución, un 40 por ciento de los japoneses reconoce haber pagado para obtener sexo al menos una vez en su vida. No en vano, en una zona especialmente dedicada al sexo en Tokio, de algo menos de medio kilómetro cuadrado, podemos encontrar unos 3500 locales dedicados al negocio del sexo, incluyendo locales de strip-tease, salas de vídeo, casas de baños, love hotels, sex-shops, clubes de teléfono, etc. Además, los japoneses no sólo disfrutan de esta industria en su propio país, sino que constituyen el mayor grupo de turistas sexuales en Asia.

Servicios para todos los gustos

Burusera

Muchas chicas jóvenes que no se atreven a citarse con un cliente sí se atreven a vender su ropa interior. El dinero que obtienen no es tan grande, pero sí mucho más seguro.

Cuanto más usada esté la ropa interior más dinero recibirá la chica. Luego, esta ropa interior se guarda en cajas para preservar el estado original de la prenda.



Casas de baños

El negocio de las casas de baños, o soapland en japonés, es uno de los más conocidos de todos los negocios sexuales de Japón, y también el más antiguo, ya que comenzó su andadura allá por 1657. Son legales porque en teoría son simplemente casas de baños, y cualquier cosa que pase dentro es algo acordado entre adultos, que legalmente no entra dentro de la definición de prostitución. En este tipo de locales, los clientes pueden bañarse con las prostitutas, tras lo cual escogen a una con la que tienen sexo.




Clubes de citas

En estos lugares, según se dice, sólo ayudan a los clientes a conseguir una cita, no a obtener sexo. Muchas estudiantes japonesas se “asocian” con este tipo de clubes, porque así es más sencillo encontrar clientes que posibiliten el pago de caprichos tales como complementos de marcas de alta costura, entre otros.

Deriheru

Esta palabra viene del inglés delivery health, o, en una traducción libre pero ajustada a la realidad, “reparto a domicilio de bienestar”. Este tipo de negocio, que mueve unos 500.000 millones de yenes anuales, ha tenido un gran boom en los últimos años, debido a que los costes de inversión para iniciar un negocio de este tipo son bastante bajos si lo comparamos con el resto de negocios del mismo ramo: todo lo que se necesita es un pequeño apartamento con unos cuantos teléfonos. El propietario del negocio llama a sus empleadas sólo cuando las necesita, y así no tiene que tenerlas en la “oficina” ni que pagarlas mientras están en estas oficinas. Normalmente, de hecho, las trabajadoras no tienen ni siquiera contacto directo con sus jefes. Además, como en los anuncios que se ponen en postes eléctricos o en cabinas de teléfono sólo aparece un número de teléfono móvil, y lo que ocurra entre el cliente y la trabajadora es algo estrictamente privado, estos negocios están fuera del alcance de la ley.

Enjo kōsai

Bajo este nombre encontramos las citas que se establecen entre hombres maduros y colegialas, a veces sólo para pasear cogidos de la mano, a veces para tener sexo, que permiten que estas jóvenes estudiantes consigan un dinero extra que les permite comprarse todo tipo de artículos de lujo que con su paga no se pueden permitir.

Imekura

Estos “clubes de imagen” son lugares en los que hay todo tipo de interpretación sexual, como la utilización de uniformes escolares o de enfermeras (de forma similar a los cosplay típicos en los salones del manga). El coste básico no incluye el sexo con penetración, pero se puede conseguir pagando un extra. Cada club se suele centrar en un tipo de imagen concreta, como uniformes de policías, o uniformes de enfermeras, etc.

Además, algunos de estos clubes están especializados en exhibicionismo. Esto quiere decir que el cliente puede contratar a una chica para que le acompañe en un viaje en metro, por ejemplo, y practicar sexo con ella en el andén, o incluso en el vagón.

Las empleadas de este tipo de clubes suelen ser chicas jóvenes, pero como estos clubes cubren todo tipo de fantasías masculinas, existen algunos que están especializados en mujeres mayores, llegando a tener empleadas de hasta 60 años.

Love hotels

Este tipo de hoteles suelen ser utilizados por horas, no por noches, porque están especialmente pensados para parejas de novios que no tienen donde encontrarse, o también para hombres que buscan un lugar apartado en el que tener sexo con alguna chica.
Casi todos estos hoteles son temáticos, con una decoración tanto de las habitaciones como del propio hotel que resultan muy poco discretos. Las habitaciones, sin embargo, están repletas de comodidades como jacuzzi, videojuegos, canales de películas porno, etc. (creo que ya estamos familiarizados con este concepto no??, hay muchos animes que los muestran)




Salas de vídeo

Son pequeños cubículos privados en los que el cliente puede ver una película por un coste situado entre los 1000 y 1500 yenes. El precio, además, suele incluir los pañuelos de papel.

Otras variaciones incluyen ver como una chica se quita la ropa mientras el cliente se masturba e, incluso, por un extra de unos 2000 yenes más puede venir otra empleada a masturbar al cliente. En cualquier caso, estas empleadas permiten ciertos toques íntimos, pero jamás se desprenden de la ropa.

También dentro de esta categoría se podrían encuadrar las pequeñas y sucias habitaciones que muchos clubes de strip-tease ponen a disposición de sus clientes, en las que se puede tener sexo con penetración con alguna de las bailarinas del club (casi siempre extranjeras). La entrada en estos clubes no cuesta más de 5000 yenes y el sexo con la bailarina, unos 10.000 yenes.

Salones rosas

Lo que los japoneses llaman pink salons son locales especializados en sexo oral y son los negocios que están barriendo a las casas de baños, ya que los costes son realmente ridículos. Por ejemplo, un bono de tres sesiones de sexo oral no cuesta más de 6000 yenes.

Estos “salones” son muy similares a cualquier bar normal, pero con la particularidad de ser especialmente oscuros. Cada cliente se sienta, y al cabo de un rato, una empleada se le acerca y le practica sexo oral. Al cabo de un tiempo, normalmente unos 10 minutos, se acerca otra empleada diferente para hacer exactamente lo mismo, y así sucesivamente hasta agotar el bono de sesiones que el cliente haya comprado.

En este tipo de locales, por un coste aproximado de 10.000 yenes, se puede conseguir la opción de sexo con penetración, que funciona de manera similar: una empleada se acerca al lugar donde está sentado el cliente y le hace el amor.

Terekura

Esta palabra japonesa es una contracción de los términos ingleses al estilo japones terefon kurabu, o clubes de teléfono. Estos clubes fomentan el primer contacto de muchas chicas jóvenes japonesas con este mundillo, y se estima que hacia el año 1998 había registrados casi 2000 clubes de este tipo. Según un estudio de la Agencia Nacional de Policía japonesa, publicado en el año 1997, una cuarta parte de las estudiantes de entre 12 y 15 años habían participado en este tipo de clubes en algún momento.

La prostitución más tradicional

Por supuesto, también hay prostitución “tradicional”, con mujeres que esperan en la calle a que pasen clientes potenciales, a los que decirles issho ni asobimasen ka, o traducido, “¿Jugamos juntos?”. La mayoría de estas mujeres suelen ser tailandesas, aunque también hay chinas y japonesas, y suelen utilizar los love hotels que tanto proliferan en Japón como lugares para dar el servicio. Generalmente es el cliente el que paga la habitación.

Como ya hemos dicho, la gran mayoría de estas mujeres son extranjeras, generalmente del sudeste asiático, que huyen de sus países en busca de oportunidades. Estas mujeres normalmente reciben un visado con la etiqueta “entretenimiento”, pero es bien conocido que muchas veces esta etiqueta es un eufemismo para referirse a “trabajadora sexual”. De hecho, alrededor del 80 por ciento de las mujeres asiáticas que entraron en Japón en la década de 1990 de forma legal tenían este tipo de visado. En 1998 el número de mujeres extranjeras dedicadas a la prostitución rondaba las 150.000, casi la mitad de ellas filipinas y un 40 por ciento tailandesas.